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Jóvenes con diabetes y TCA

Escrito el: 18/01/2024

 

Presentar diabetes tipo 1 (DM1) supone un desafío en muchos niveles:

El primer desafío es aprender a contar hidratos de carbono (HC), conocer conceptos como el índice glucémico (IG) y la carga glucémica (CG) de los alimentos que consumirás.

  • Pesar los alimentos. 
  • Saber interpretar tablas y etiquetas nutricionales (el peso es en crudo o cocido, con el líquido escurrido o no, de los hidratos de carbono qué cantidad es fibra...). 
  • Saber calcular, si se cocina para más de una persona, qué cantidad consumirás. 
  • Saber de manera visual, lo más aproximado posible, la cantidad de HC que tiene un plato o bebida en un restaurante. 

El segundo desafío es calcular los requerimientos diarios de insulina (ratio insulina/ración de carbohidratos y sensibilidad a la insulina) para mantener el máximo tiempo posible la glucosa en rango. 

  • Comer en función del índice glucémico o de la cantidad de HC. 
  • Consumir una cantidad determinada de alimentos. 
  • No ingerir ciertos alimentos si estás en hiperglucemia o, al contrario, en hipoglucemia. 
  • Ajustar el tiempo de espera según lo que comas. 
  • Tener en cuenta si se realizará actividad física. 

El tercer desafío, que a veces olvidamos, es de índole psicológica. La diabetes es exigente y requiere que la persona también lo sea: que tenga buenas pautas y un buen control alimenticio, evitando dejar las comidas a la espontaneidad o el azar. Este control exhaustivo sobre lo que se consume probablemente incrementa el riesgo de desarrollar Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Según algunos estudios (1), hasta el 60% de los pacientes con DM1 pueden cumplir con criterios de TCA (Diabulimia, Trastorno por Atracón, Síndrome del Comedor Nocturno y formas no específicas).

 Además, ser joven y ser mujer implica un mayor riesgo. La mayoría de los TCA comienzan entre los 18 y los 22 años. (3) Las mujeres tienen el doble de probabilidades de desarrollar un trastorno alimenticio en comparación con los hombres (3,8% y 1,5%, respectivamente). (4)

Cuando un adolescente con DM1 quiere perder peso, puede hacerlo dejando de comer, vomitando, realizando ejercicio intenso o no inyectándose insulina. Esta reducción de la dosis requerida de insulina con el objetivo de bajar de peso se conoce como diabulimia. Un estudio con adolescentes de entre 12 y 21 años halló que el 10,3% de las chicas habían omitido la insulina y el 7,4% habían administrado menos insulina para perder peso, en comparación con el 1,4% de los chicos. (5) (6) 

La omisión de las dosis necesarias de insulina puede acelerar el desarrollo de complicaciones crónicas (retinopatía, neuropatía, nefropatía diabética, ceguera, osteoporosis) e incrementar complicaciones agudas (cetoacidosis diabética, hipoglucemias) y, en casos extremos, la muerte. (2) (7) (8) De hecho, la diabulimia se ha asociado a un riesgo de mortalidad hasta 3 veces mayor, tras ajustar por edad, hemoglobina glucosilada e IMC. (8)

Es fundamental realizar evaluaciones rutinarias para identificar conductas de riesgo y características de trastornos de la conducta alimentaria, así como valorar aspectos clínicos que sugieran este cuadro (por ejemplo, ingresos repetidos por cetoacidosis diabética debido a omisión de dosis), para detectar de manera precoz las señales de alerta de TCA en esta población especialmente vulnerable.

Fuentes:

(1)Colton P, Olmsted MP, Daneman D, Farquhar JC, Wong H, Muskat S, et al. Trastorns alimentaris en nenes i dones amb diabetis tipus 1: un estudi longitudinal de prevalença, inici, remissió i recurrència. Diabetes Care 2015;38:1212-17 (2) Navarro-Falcón Magnolia, Jáuregui-Lobera Ignacio, Herrero-Martín Griselda. Trastornos de la Conducta Alimentaria y Diabetes Mellitus: tratamiento nutricional. JONNPR [Internet]. 2020 [citado 2024 Ene 18] ; 5( 9 ): 1040-1058. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2529-850X2020000901040&lng=es. Epub 06-Dic-2021. https://dx.doi.org/10.19230/jonnpr.3837. (3) Hudson JI, Hiripi E, Pope HG, Kessler RC. The prevalence and correlates of eating disorders in the National Comorbidiy Survey Replication. Biological Psychiatry. 2007;61:348–358. (4). Eaton DK, Kann L, Kinchen S, et al. Youth risk behavior surveillance - United States, 2009. Morbidity and Mortality Weekly Report. 2010;59:1–142. (5). Takii M, Uchigata Y, Kishimoto J, et al. The relationship between the age of onset of type 1 diabetes and the subsequent development of a severe eating disorder by female patients. Pediatr Diabetes. 2011;12(4 Pt 2):396–401. (6)Hanlan ME, Griffith J, Patel N, Jaser SS. Eating Disorders and Disordered Eating in Type 1 Diabetes: Prevalence, Screening, and Treatment Options. Curr Diab Rep. 2013 Sep 12:10.1007/s11892-013-0418-4. doi: 10.1007/s11892-013-0418-4. Epub ahead of print. PMID: 24022608; PMCID: PMC4002640. (7)Fundación Diabetes. https://www.fundaciondiabetes.org/general/articulo/30/diabetes-y-trastornos-alimentarios-hablemos-de-diabulimia (8)Congreso de psiquiatria. https://psiquiatria.com/congresos/pdf/1-1-2018-44-pon2.pdf (9)Nicolau, J., & Masmiquel, L. (2015). Trastornos de la conducta alimentaria y diabetes mellitus. Endocrinología y Nutrición, 62(7), 297–299. https://doi.org/10.1016/j.endonu.2015.06.005

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#Diabetis #TCA