Català

Entrar

Text Entrada Blog

Embarazo y seguridad alimentaria

Escrito el: 24/01/2024

Durante el embarazo es necesario dejar de consumir una serie de alimentos, especialmente aquellos susceptibles de contener microorganismos patógenos que puedan comprometer la salud de la madre y del bebé. El problema es que la única manera de asegurarnos de haber eliminado todos los microorganismos es a través de 3 técnicas:

  • Calentar a una temperatura superior a 75ºC.
  • Desinfectar con productos especiales para alimentos.
  • Comprar alimentos que ya han sido cocinados, pasteurizados o desinfectados y conservados en atmósfera protectora.
  Alimentos a evitar
    queso     Productos lácteos no pasteurizados
- Leche cruda y quesos frescos hechos a partir de leche cruda (debe indicar siempre que están pasteurizados)
- Quesos industriales rallados o en lonchas
Recomendación: Quita la corteza a todos los quesos.
fruta Frutas y hortalizas crudas que no se hayan pelado o desinfectado previamente
- Ensaladas que no indiquen que están lavadas.
Zumos no pasteurizados o que no sean recién exprimidos.
huevo Huevos crudos o preparaciones elaboradas con huevo crudo
- Salsas y mayonesas caseras, mousses, merengues y pasteles caseros, tiramisú, helados caseros, etc.
bistec Carne cruda o carne envasada tratada térmicamente
- Productos cárnicos en lonchas (embutidos)
- Carne cruda o poco hecha (carpaccios)
- Patés refrigerados que no sean en lata o esterilizados
- Salchichas tipo Frankfurt o hot dogs.
salmón Pescado crudo, tipo "sushi", "sashimi", ceviche, carpaccios, pescado ahumado refrigerado o marinado, así como ostras, almejas o mejillones crudos.
brotes Brotes o germinados crudos (de soja, alfalfa, rábano, etc.)
bocadillo Sándwiches envasados y otros alimentos preparados que contengan vegetales, huevo, carne, embutidos, pescado y derivados.

NOTA 1: El frío no mata los microorganismos, pero hace que se reproduzcan más lentamente. Por eso, todo aquello que no vayas a consumir guárdalo inmediatamente en la nevera. NOTA 2: El vinagre no cocina los alimentos, solo desestructura las proteínas pero no elimina los microorganismos. NOTA 3: Ninguna de estas técnicas funcionará si no hay una buena higiene en la cocina. Es importante lavar las manos (antes de cocinar y después de tocar un alimento crudo), no usar utensilios que hayan tocado alimentos crudos (cuchillos, tablas de cortar, servilletas, etc.), y separar adecuadamente en la nevera (no guardar alimentos crudos junto a alimentos cocidos, pasteurizados o desinfectados).

La solución pasa por asegurarnos de que eliminamos las bacterias, aquí algunos ejemplos:

  • Comprar fruta entera (sandía), lavar bien la piel con agua y jabón, y cortar con un cuchillo limpio. Obviamente, consumir la fruta con las manos limpias. Y el resto de la sandía conservarla en la nevera.
  • La lechuga, escarola, rúcula, espinacas, acelgas, coles, y cualquier verdura plantada en el suelo puede contener microorganismos (orina de animales, aguas de lluvia con residuos fecales, etc.). Desinfecta siempre con lejía apta para alimentos las verduras que consumas crudas. Si las consumes cocidas, los microorganismos se eliminan con la temperatura del cocido y no es necesario desinfectarlas.
  • Consumir embutidos pasados por la sartén. No sirve congelar el jamón salado, ¡el frío no elimina nada!
  • El zumo de fruta recién exprimido es seguro si lo haces en casa. En restaurantes y supermercados no sabes cuánto tiempo llevan sin limpiar la máquina, y podrían quedar restos de zumos anteriores.
  • Consumir quesos que indiquen que son elaborados a partir de leche pasteurizada (la mayoría lo son).
  • Si deseas consumir mayonesa casera, hazla con claras pasteurizadas que se encuentran en cualquier supermercado.
  • Si consumes salchichas tipo Frankfurt directamente de la bolsa, necesitas cocinarlas antes.

Además, hay otros alimentos desaconsejados durante el embarazo:

  • Peces grandes como el pez espada, el tiburón, el atún rojo o el lucio. (por el metilmercurio)
  • Carnes de caza (jabalí, ciervo, etc.) por el plomo.
  • Evitar el consumo de algas por su alto contenido en yodo.
  • Brotes o germinados crudos (de soja, alfalfa, rábano, etc.)
  • Moderación en el consumo de café y té (≤2 tazas/día) y otras fuentes de cafeína (bebidas de cola, energéticas, mate, etc.)
  • Cero alcohol ni otras sustancias tóxicas (tabaco y otras drogas).
  • Usar guantes para trabajar en el jardín y para cualquier contacto con la tierra, especialmente si hay gatos en el área.

Fuentes: